Estrategias para el aprendizaje
significativo
Aprender
a aprender requiere de un trabajo didáctico sistemático y serio, en el que se
contemplen por igual aspectos congnitivos, metacognitivos, afectivos y
sociales.
·
De
los hábitos de estudio al aprendizaje estratégico
Antecedentes:
o
Robinson,
hace más de 40 años: SQ3R. Método compuesto por 5 pasos: Survey (explorar),
Question (preguntar), Read (leer), Recite (repetir), Review (revisar). Se
consideraba que se aplicaban estos pasos de forma rutinaria se podría mejorar
la conducta de estudio de cualquier estudiante que los aplicara, sin importar
las características de lo que se estudiaba ni del estudiante; la técnica por la
técnica misma.
o
Miller,
Galanter y Pribram, seguidos de Newell y Simon, 60’s. De la conceptualización
de los “hábitos de estudio” y de las aportaciones de la psicología cognitiva
sobre las ideas de la inteligencia artificial, aparecieron conceptos como
“planes” o “estrategias”, los cuales tenías dos ideas centrales: la flexibilidad
y el uso heurístico.
o
Inicios
de los 60’s. estudios sobre los niveles de procesamiento, que surgieron como
crítica y opción para explicar los enfoques estructuralistas de la memoria.
Técnicas de estudio.
o
60’s
– 80’s, Surgen los programas de “enseñar a pensar”. Ej.: Método CoRT de E. de
Bono, Programa de Enriquecimiento Instrumental de R. Fueuerstein, Pensamiento
Productivo de A. Covington. Movimiento de la “Educabilidad Cognitiva”.
o Pozo,
Monereo y Castelló, 2001. Cuatro cambios sustanciales del aprendizaje estratégico
en la concepción predominante actual:
§ 1er
cambio: se demostró que las estrategias estaban vinculadas con determinados
dominios de conocimiento.
§ 2do
cambio: la incorporación de referentes teóricos como la metacognición y la
autorregulación.
§ 3er
cambio: reconocimiento del importante papel que demostraron los aspectos
motivacionales y contextuales, en la actividad estratégica.
§ 4to
cambio: influjo de las posturas socioculturales.
·
¿Qué
son las estrategias de aprendizaje?
Para que una
estrategia pueda considerarse como tal, requeriría del manejo de tres tipos de
conocimiento: declarativo, procedimental y condicional.
“Una estrategia de
aprendizaje es un procedimiento (conjunto de pasos o habilidades) y al mismo
tiempo un instrumento psicológico que un alumno adquiere y emplea
intencionalmente como recurso flexible, para aprender significativamente y para
solucionar problemas y demandas académicas. Su empleo implica una continua
actividad de toma de decisiones, un control metacognitivo y está sujeto al
influjo de factores motivacionales, afectivos y de contexto educativo-social.”
(Díaz Barriga, Castañeda y Lule, 1986; Hernández, 2006).
Todas las
estrategias requieren ser adaptadas y situadas dentro de circunstancias (las
demandas, el contexto) de aprendizaje particulares.
·
Clasificación
de las estrategias de aprendizaje
Las estrategias de
aprendizaje pueden clasificarse en función de qué tan generales o específicas
son, del dominio del conocimiento al que se aplica, del tipo de aprendizaje que
favorecen (asociación o reestructuración), de su finalidad, del tipo de
técnicas particulares que conjuntan, etc.
·
Análisis
y opinión personal
A lo largo de los años, la historia de las
estrategias para el aprendizaje significativo del estudiante ha ido
paulatinamente cambiando a causa de las necesidades de este mismo. Han sido
varios los intentos por adaptar el sistema educativo junto con sus estrategias
o técnicas (llamadas de muchas maneras durante los años) para el aprendizaje
del alumno y han sido varios los fracasos también. Dichos fracasos han sido la
pauta para continuar con el proceso de crecimiento y maduración de dichas
estrategias. Asimismo, el concepto de las estrategias ha ido evolucionando a la
par de su aplicación, al igual que la clasificación de estas.
Como conclusión,
aprender es una capacidad del ser humano que involucra distintos ámbitos tanto
psicológicos como motivacionales e interpersonales.
Bibliografía.
DÍAZ, Frida y HERNÁNDEZ,
G. (2010). “Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una
interpretación constructivista”. México. McGrow Hill. Pp. 176-186.
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